New York, NY – Un vagón de carga Modelo 2 alemán de la Segunda Guerra Mundial ha sido transportado e instalado hoy en Manhattan (NY), frente al Museum of Jewish Heritage – A living Memorial to the Holocaust, como parte de la exhibición itinerante Auschwitz. Not long ago. Not far away., que abrirá sus puertas en Nueva York a partir del próximo 8 de mayo y hasta el 3 de enero de 2020.
Además de este vagón de carga, se expondrán más de 700 objetos originales pertenecientes al campo nazi alemán de Auschwitz-Birkenau. Esta extraordinaria exhibición, producida por la firma internacional de exhibiciones itinerantes Musealia y el museo Auschwitz-Birkenau State Museum de Polonia, mostrará la mayor y más valiosa colección de objetos originales de Auschwitz nunca antes expuestos en Norte América.
Este vagón de carga es uno de los 120.000 construidos y operados por la Deutsche Reichbahn (Ferrocarril Nacional Alemán) entre 1910 y 1927 para transportar alimentos, ganado y otros bienes. Durante la Segunda Guerra Mundial estos vagones fueron utilizados para trasladar soldados y prisioneros de guerra y para deportar judíos, gitanos, y otros muchos, a guetos, centros de exterminio y campos de concentración nazis a través de la Europa ocupada, tal y como explicaba hoy Bruce C. Ratner, Presidente del Consejo de Administración del Museo.
“Este vagón es símbolo del asesinato de millones de personas. Auschwitz no es una vieja historia, sino un recuerdo vivo que nos mantiene alerta y nos persigue repitiendo ‘Nunca más’. Nos invita a observar el mundo actual, detectar las atrocidades que se están cometiendo contra personas vulnerables y posicionarnos firmemente en contra del odio, fanatismo, racismo, intolerancias religiosas y brutalidades de cualquier índole”, indicó Bruce C.Ratner.
Entre junio de 1940 y enero de 1945, al menos 1.3 millones de personas fueron deportadas a Auschwitz, de las cuales 1.1 millones fueron asesinadas, incluyendo 1 millón de judíos, aproximadamente. La mayoría fue transportada al mayor y más letal campo de concentración alemán en vagones como el expuesto.
Aproximadamente 80 personas y sus pertenencias se amontonaban en cada vagón, con tan solo un barril sanitario y una lata de agua potable, en un viaje del que la mayoría no volvía. Los trenes llevaban a personas en dirección a los campos de exterminio en trayectos que podían durar varios días, y volvían repletos de sus pertenencias saqueadas. Ray Karner, superviviente de Auschwitz que ha estado presente durante la instalación del vagón en Nueva York, recuerda que “había 80 personas amontonadas en cada vagón de madera, con tan solo con un balde para orinar”. “No podías tumbarte, tenías que dormir de pie y apestaba” afirmaba Karner, que a sus 92 años todavía trabaja en una clínica dental en Manhattan.
El vagón de carga ha sido transportado, cubierto, en una camioneta. Se han instalado los raíles frente al museo y una grúa ha colocado la caja de aproximadamente 20 m2y de 3,5 m x 9,5 m.
LA EXPOSICIÓN
Auschwitz. Not long ago. Not far away. llega a New York City tras su éxito en el Centro de Exposiciones Arte Canal de Madrid, donde la exposición se prolongó en dos ocasiones y atrajo a más de 600.000 visitantes, siendo una de las muestras más visitadas en Europa en 2018.
La exposición ha sido coproducida por la compañía española Musealia y el Auschwitz-Birkenau State Museum y comisariada por un panel de expertos internacionales, incluyendo nombres de la talla de Dr. Robert Jan van Pelt, Dr. Michael Berenbaum y Paul Salmons, en una colaboración sin precedentes con historiadores y comisarios del Centro de Investigación del Auschwitz-Birkenau State Museum, dirigido por el Dr. Piotr Setkiewicz.
“El histórico vagón es uno de los símbolos más importantes del terrorífico plan de exterminio de masas de judíos, del terror y del odio desatado en la Europa ocupada por los Nazis alemanes. Se ha instalado a menos de tres kilómetros de la Estatua de la Libertad, símbolo de la libertad y guiño de bienvenida a todos los inmigrantes en busca de esperanza y un nuevo futuro en Estados Unidos. Esto nos enseña la necesidad de tener presentes las lecciones del pasado. Hay que abogar por la libertad, la democracia, los derechos humanos y la justicia y reforzar nuestra responsabilidad por proteger esos valores”, ha declarado Piotr Cywinski, el director del Auschwitz Birkenau State Museum.
La exhibición explora la identidad dual del campo como el epicentro del mayor exterminio de masas documentado jamás y como símbolo de la manifestación del odio descontrolado y la barbarie humana.
Con más de 700 objetos originales y 400 fotografías, la exposición en Nueva York permitirá a los visitantes acceder a objetos en su mayoría del Auschwitz-Birkenau State Museum, de otras 20 instituciones a nivel mundial y de colecciones privadas que serán mostradas por primera vez en Norte América, incluyendo cientos de objetos personales –como maletas, gafas y zapatos– que pertenecieron a supervivientes y víctimas de Auschwitz y, también, otros objetos que representan el mundo de los perpetradores, miembros de la SS que crearon y operaron en el mayor de los campos de concentración y exterminio de la Alemania Nazi.
Entre los objetos se incluyen postes de la alambrada del campo de Auschwitz, fragmentos de un barracón original para prisioneros de Auschwitz III-Monowitz, un escritorio y otras posesiones del primer y más longevo, comandante de Auschwitz, Rudolf Höss, una máscara de gas de la SS y, entre otras, una obra de Pablo Picasso, Lithograph of Prisoner.
“Cada objeto de la exhibición es un fragmento de historia que tiene voz propia, su propio eco histórico. Invitan a una conversación personal con cada visitante. En este caso, el vagón original refleja cómo la memoria de Auschwitz es parte de nuestro mundo moderno. Ayudar a entender cómo ese lugar desembocó en lo que fue y cómo se traslada a nuestra realidad es uno de los objetivos de este proyecto”, ha explicado Luis Ferreiro, director de la exposición y de Musealia.
Además del Auschwitz-Birkenau State Museum y el Museum of Jewish Heritage – A Living Memorial to the Holocaust, participan en la exposición las instituciones; Yad Vashem de Jerusalem; Anne Frank House de Amsterdam; United States Holocaust Memorial Museum en Washington; Auschwitz Jewish Center en Oświęcim; el Memorial and Museum Sachsenhausen de Oranienburg y el Wiener Library for the Study of the Holocaust and Genocide de Londres.